[1] Paseando por Via Etnea / qué lujo de luces, / qué multitud que hay. / Veo a muchos jóvenes con vaqueros / que se exhiben / delante de los cafés. / Qué hermosa es Catania al atardecer, / bajo los rayos resplandecientes de la luna / y la montaña roja de fuego / vuelve fogosos a los enamorados. (N. del T.)
[2] Doy vueltas y más vueltas suspirando / paso todas las noches insomne, / contemplando tu belleza, / pienso en ti de la noche al día. / Por ti no puede reposar ni una hora, / no tiene paz mi afligido corazón. / ¿Quieres saber cuándo te dejaré? / Cuando la vida mía acabe y muera. (N. del T.)