Dedico este libro con todo mi amor y mi gratitud
a mi cuñada Brenda D'Alessandro
que no solo es la Mayor Compradora del Mundo,
sino también la Mejor Peluquera del Mundo.
Gracias por hacerme reír
y por cómo manejas esas mágicas tijeras.
Y también a Erika Tsang
por ser una editora tan maravillosa.
Gracias por ayudarme a dar vida a esta
historia y por el amor que le has mostrado.
Y gracias también por obligarme
a limpiar mi casa con tu visita
(mi familia también te da las gracias por eso).
Y, como siempre, a Joe,
mi maravilloso y alentador marido,
por ser mi perfecto caballero,
y a mi hijo Chris,
del que tan orgullosa me siento,
alias el Perfecto Caballero Júnior,
que, como bien sé, terminará convirtiéndose
en la viva imagen del fabuloso caballero
que es su padre.