El odio es una amarga y dañina emoción. Se mezcla a través de la sangre, infectando a su anfitrión y conduciéndole hacia delante sin ninguna razón. Es una visión resentida y doblega hasta la más clara de las vistas.
El sacrificio es nobleza y ternura. Es la acción de un anfitrión que valora a otros por encima de sí mismo.
El sacrificio se obtiene a través del amor y la decencia. Es verdaderamente heroico.
La venganza es un acto de violencia. Permite a aquellos quienes están equivocados, regresarles algo de lo que perdieron. A diferencia del sacrificio, regresa a quien la practica.
El Amor es mentiroso y sublime. En la mejor de sus formas, saca lo mejor en todos los seres. En la peor, es un instrumento usado para manipular y arruinar a cualquiera lo bastante estúpido para conservarlo.
No seas necio.
El sacrificio es para los débiles. El Odio corrompe. El Amor destruye. La Venganza es el regalo de los fuertes.
Sigue adelante, no con odio, no con amor.
Sigue adelante con propósito.
Recupera lo que fue robado. Haz que paguen los que se rieron de tu dolor. No con odio, sino con calma, frío raciocinio.
La rabia es tu enemiga. La Venganza es tu amiga. Mantenla cerca y déjala suelta.
Que los dioses tengan misericordia de aquellos que me han causado mal, por que yo no tendré piedad de ellos.
Xypher se detuvo cuando leyó las palabras que había escrito sobre el techo de la celda con su propia sangre hacía siglos. Gris y descolorido, era un recordatorio de lo que le había traído a ese momento y lugar.
Eran un voto sagrado a sí mismo.
Cerrando los ojos, extendió la mano y las palabras se disolvieron en una niebla que se elevó desde el suelo, sólo para volver a posarse sobre su brazo izquierdo. Símbolo por símbolo. Palabra por palabra, los caracteres, todavía sangrientos, le cortaban la piel. Siseó ante el ardor de aquellos al grabarse en su piel. El dolor lo acompañó. Lo fortaleció.
Pronto sería libre durante un mes. Un mes para rastrear y asesinar. El único por el que se había sacrificado pagaría y ganaría su indulto en el proceso. Bueno. Si no lo hacía…
Bien, el nombre de la venganza algunas veces conllevaba un buen sacrificio. Al menos esta vez, moriría sabiendo que nadie se reiría jamás de él.