30

El sábado, Noelia se fue de compras con Almudena a Guadalajara. Al principio no estaba de humor por lo ocurrido la noche anterior. Las duras palabras de Juan aún resonaban en su mente. Pero estar con Almudena y sentir su positividad le aliviaba. Noelia, gracias al tiempo que pasaron juntas en unos grandes almacenes, descubrió que a la joven le gustaba la fotografía.

—Es mi pasión ¿Has visto que pedazo de cámara réflex?

—Sí… enorme —murmuró mirándola.

—¡Es la caña! Cuando nazca el búho y comience a trabajar, lo primero que voy a hacer es comprarme un bicharraco de estos. La cámara que yo tengo ya está obsoleta, pero la mimo hasta que tenga una nueva —rio Almudena con aquello entre las manos.

Noelia quiso decirle que odiaba aquellas cámaras de grandes objetivos. Demasiadas como aquella la seguían allá donde fuera y en cierto modo le ponían nerviosa. Pero calló.

Unas horas después, tras comprar varias cosas para el bebé, entraron en un par de tiendas de discos y Noelia se alegró al encontrar varios de los CD que buscaba. En especial la banda sonora de la película Cadillac Records. Allí estaba la canción At last cantada por Beyoncé. Una canción que le encantaba y que le hubiera gustado escuchar con Juan, aunque tras lo ocurrido era de lo más improbable. Pero aun así lo compró, y por la tarde tras un buen día de compras con Almudena, regresó más contenta al parador.

El domingo llegó y ninguno se llamó por teléfono. Juan libro aquel fin de semana pero ofuscado por lo ocurrido y en cierto modo molesto por cómo le había hablado a Noelia, decidió salir con sus amigos de cañas y olvidarse de ella. Pero no lo consiguió. Era ver una muchacha morena andamio por Sigüenza y los ojos se le iban detrás. Carlos, que sabía lo que había pasado porque Irene se lo había contado a su mujer, intentó hablar con él, pero Juan se cerró en banda. No quería hablar de lo ocurrido.

Al anochecer, Laura apareció con la explosiva de Paula y decidieron ir a tomar algo los cuatro por el casco viejo de Sigüenza.

Noelia, a cada segundo que pasaba, más se arrepentía de lo ocurrido. ¿Cómo era posible que hubieran acabado discutiendo de esa manera? Miró su móvil cientos de veces. Pensó en llamarle, en enviarle un mensaje, pero al final se achantó. Ella nunca había ido tras un hombre y, por supuesto, esta no iba a ser la primera vez, y más aún cuando el muy idiota la había humillado con lo de Mike y su listón.

Entristecida porque no la llamaba, el domingo por la tarde miraba por la ventana cuando Tomi llamó a la puerta.

—¿Sigues igual darling?

—Peor —gruñó molesta.

En su cabeza retumbaban las cosas que Juan le había dicho y cada vez se enfadaba más.

—A ver, ¿por qué tienes ahora esa cara de pequinés? —Ella no respondió y él prosiguió—: Que yo sepa, por lo que tú me has contado, fuiste tú la que decidiste regresar al castillo. Él no te echó de su house. Por lo tanto, you and only you tienes la culpa de todo lo ocurrido.

—¿Por qué te pones de su parte? —refunfuño enfadada.

—Ponte en su lugar, queen. Tú fuiste la que huyó de su casa.

—Y él me dijo cosas terribles.

—Sí… de eso no hay duda cuchita, pero te aconsejo que le llames por teléfono. No dejes para tomorrow lo que puedas hacer today… recuérdalo. Ese tipo de macho man, no se fabrica en los United States, y no puedes marcharte sin darte un homenaje al body, si el susodicho te lo pide.

Saber que tenía razón era lo que más le jorobaba, pero las duras palabras de él aún resonaban en sus oídos. No… no le llamaría. Sentándose en una silla al lado de la ventana, se encendió un cigarrillo.

—No sé qué me pasó, Tomi. Yo quería quedarme con él y tener una estupenda noche de sexo, pero… pero un extraño miedo me atenazó y… y…

—Y cuando él no te trató como a la divina de Estela Ponce tú…

—No venían a cuento sus comentarios —protestó ella.

—Mira queen —suspiró su primo—. Te conozco. Sé que sus palabras no te gustaron, pero también sé que lo que más te molestó fue eso de que había bajado su listón para estar contigo, ¿verdad?

Recordar aquello le hizo sentir insegura. Realmente ella no se podía comparar con Paula. La encargada del parador era exuberante, alta y de grandes pechos. Noelia sabía que su cuerpo era proporcionado y sensual, se lo había currado con gimnasia y dietas, pero no poseía ni su altura ni sus atributos. Siempre se había negado a pasar por el quirófano a pesar de que su padre se lo había sugerido en múltiples ocasiones. Y ahora, por primera vez en su vida, se estaba arrepintiendo.

Tomi, al ver su gesto contrariado sonrió y acercándose a ella murmuró:

You are jealous de la chica del parador?

—¡¿Celosa yo de esa?!

Al ver cómo esta le miraba el joven respondió con gracia:

Yes, hija, yes, celos. Eso tan latino y que en las rancheras mexicanas está tan de moda, como por ejemplo «You eres mía, y only mía» —Noelia sonrió y su primo prosiguió—: Por cierto, ¿venía a cuento que fueras tan descriptiva en lo maravilloso amante que es Mike?

—Vuelves a tener razón —susurró al recordar el gesto de Juan, cuando le dijo que las relaciones con aquel eran muy satisfactorias.

—A ver cuchi, look at me.

Noelia levantando la mirada clavó sus claros ojos en él.

—Tu y yo siempre hemos hablado claro de cosas como sexo, lujuria, hombres y desenfreno, right?

Si, verdad sonrió al recordar ciertos episodios.

—¿Y desde cuando Mike es satisfactory? Mira… mira que tú me habías dicho que al principio era divertido pero que las últimas veces te resultó un tostón. ¿Desde cuándo es salisfactory?

Al escucharle sonrió, y entendió que lo dijo para molestar a Juan. ¿Realmente tanto le gustaba él? Sí… la respuesta era sí. Fue a decir algo pero su primo se le adelantó.

—Ahora contéstame a unas questions.

—Vale.

—La primera ¿te gusta ese G.I.Joe español tanto… tanto… tanto?

—Más.

—¿Hay chispa y atracción entre vosotros?

Ella sonrió y tras resoplar murmuró:

—Sí… hay fuegos artificiales.

—Eso es fenómeno, cuchi… porque mira, my girl, si no existiera morbo, chispa o attraction, entonces ¡apaga y vámonos! Pero si me dices que existe ¿me puedes explicar por qué te has negado una noche de sexo, y encima del bueno?

—Me gusta Juan, Tomi. Me gusta mucho.

El joven retirándose el flequillo de la cara con glamour respondió divertido:

—Ah… qué cachonda. A mí por gustarme, I like Gerard Butler, Matthew Fox o Jason Sthatam pero ni me miran cuando coincidimos con ellos en alguna party en Hollywood. Pero ¡Ay Dios!, si al mirarme cualquiera de ellos surgieran chispas, morbete o atracción ¡otro gallo cantaría! Con esto quiero decir, que you and only you decides con quien quieres tener un affaire o no. Si estamos aquí, en Spain, en este lugar, y en este pueblo, es por el G.I.Joe, y lo que no entiendo es ¿qué haces aquí con cara de almeja pudiendo disfrutar de la lujuria y el desenfreno con él?

—¿Me has escuchado bien Tomi? —repitió ella—. Te he dicho que me gusta; que me gusta mucho y cada segundo que pasa más; que lo veo y siento las maripositas que la abuela nos contó que sintió al conocer al abuelo en el estómago; que cuando estoy con él me siento diferente, no una diva de Hollywood; que no puedo parar de pensar en él; que la otra noche en el cumpleaños del abuelo Goyo, me sentí como llevaba años sin sentirme, y quise pertenecer a esa familia, y yo quise eso porque… yo… yo…

—Por el amor de Dior ¡Huyamos rápidamente de aquí! —gritó Tomi levantándose con rapidez—. Ay my baby, tú no puedes decir en serio lo que estás diciendo. Apenas le conoces y tú te mereces algo mejor que…

No le gustó aquel último comentario, tan parecido a los de su padre.

—¿Qué es eso de que me merezco algo mejor? Juan es maravilloso, trabajador, bueno con su gente. Pero si hasta le hace trencitas en el cabello a su sobrina cuando desayuna leche con galletas —gimió desesperada.

—Uisss ¡qué amorosoooooooo!

—La palabra es acurrucoso —suspiró ella al recordar lo que el abuelo le dijo— Ay, Tomi, mi gran problema, es que creo que me estoy enamorado como una tonta y…

—Lo dicho… ¡huyamos! Salgamos de Spain ¡pero ya!

—Pero…

—No hay peros, que te conozco y te pones muy pesadita.

Sin prestar atención a su primo susurró:

—Él es tan auténtico, tan cariñoso, tan familiar, no me hace la pelota y… y…

—El problema, darling— cortó aquel—, es que tú eres Estela Ponce, una gran estrella de Hollywood, una diva entre las divas y…

—Pero también soy una mujer, Tomi. Soy una mujer de carne y hueso, que llora, ríe, ama, se enfada y desea que la quieran por como es, no por quien es ¿lo entiendes?

Su primo al mirar sus ojos y sentir su desesperación, sentándose junto a ella, la abrazó.

—Claro que te entiendo bobita. Pero esta life es very perra a veces, y las cosas que queremos no podemos tenerlas, por ello, has de ser práctica y conformarte con otras options.

—¿Mike Crisman?

—Es una linda y sexy option —asintió Tomi ante la cara de mosqueo de su prima.

—Oh, my God, Tomi, cómo se ve que no has conocido a Juan. Si le conocieras te aseguro que te enamorarías de él.

—Uis entonces no me lo presentes, que a mí los spanish me gustan mucho y no vaya a ser que con mi morbazo de queen del glamour te lo vaya a levantar. —Al ver a su prima sonreír concluyó—. Mira mona, porque tengo la varita mágica en el taller, porque si no… ese G.I.Joe latino me lo agenciaba para mí.

Aquel comentario volvió a hacerla reír. Tomi era fuerza en estado puro. Una positividad bien heredada de su abuela y que ella necesitaba y siempre encontraba en él.

—Recuerdas ese dicho español que la abuela siempre decía cuando nos veía sufrir por amor «La mancha de mora, con otra mora verde se quita». Piénsalo. Quizá lo que necesitas es eso, otra mora para que quite la mancha y definitivamente marcharte de aquí.

Aquella opción era la mejor.

—Sí… creo que lo mejor será que regresemos a Hollywood. Aquí no pintamos nada y necesito regresar a mi realidad.

—Muy bien dicho, honey.

Al escuchar su tono de voz Noelia recordó algo y preguntó:

—Oye, ¿y tu Peterman?

—Peter. Se marchó ayer para Barcelona. Tiene que dar allí dos conciertos.

—¿Y?

—Y nada… fue beautiful mientras duró. Hemos intercambiado teléfonos, pero ya sabes lo que quiere decir eso de… ya te llamaré. Nunca se llama. —Sin perder un ápice de su humor la miró y dijo—: Qué te parece si tú y yo tonight, como despedida del lugar, de Spain y del machoman latino, nos vamos a cenar al mejor restaurant a comer algo terriblemente prohibitivo para nuestros regímenes y luego de copas.

—¡Perfecto! Una buena idea ¡Que vivan las calorías!

—¡Que vivan! Voy a vestirme.

Cuando su primo se levantó y caminó hacia la puerta Noelia le llamó.

—Tomi.

—Ponte algo discreto ¿de acuerdo?

—Yes.

—No quiero que la gente repare en nosotros —insistió ella.

—Ok, me pondré discreto, pero divine.

—A ver Tomi… la palabra divine, no es algo que un machote suela utilizar.

—Peor para ellos —rio este—. Tranquila. Dejaré mis pantalones pink chicle para cuando estemos en casita. Pero tú ponte guapa a rabiar. En un par de horas paso a buscarte.

Una vez sola, Noelia se echó sobre la cama y dejó escapar un suspiro. ¿Realmente deseaba volver a ver a Juan Morán? Lo que sintió al pensar en él se lo confirmó. Y sentándose en la cama se preguntó: Realmente, ¿me estaré enamorando de él?

Загрузка...