Este libro está dedicado con todo mi amor
a mis hermanos y hermanas:
María Kae Larson,
Un gran corazón en tan pequeño frasco,
una conductora experta y una amazona entusiasta.
Tenías los mejores pendientes que una
hermana pequeña podía mangar.
Keith Reed,
Gracias por los 25 pavos con los que pagué
La peluquería en el '77 para poder parecerme a Farrah.
Cuando te fuiste dejaste un gran vacío en mi corazón.
Te echo de menos todos los días.
Ferry Rogers,
Una bella persona por dentro y por fuera
con un talento especial para las canciones sin sentido.
Al Reed,
Un ávido cazador y un buen hombre.
Siempre me he enorgullecido de llamarte hermano,
salvo cuando encontré a la Barbie Malibú
colgando del techo con agujas clavadas en los ojos.
Crecer en la calle Resseguie con todos vosotros
fue absolutamente maravilloso.