En otro tiempo quebrantada
más ahora renovada,
tu recuerdo
es un lugar
donde busco
refugio,
tus costuras,
mis cicatrices,
el legado
de quienes
nos amaron.
Nuestras victorias
y derrotas
convergen
poco a poco,
nuestras historias
se funden
en una,
se dejan acariciar
por el sol
de invierno,
y ya no me siento
quebrantada.
Y toda yo,
al fin completa,
como una antigua vasija
agrietada
pero hermosa,
los misterios
de la vida
ya no necesitan
respuesta
y tú, querido amigo,
tomados de la mano,
seguimos
rehaciéndonos.
Y la vida
empieza de nuevo,
una canción
de amor
y alegría
que no tiene
fin.